En el año de 1864, durante la intervención francesa, el escritor y poeta guerrerense Ignacio Manuel Altamirano, realizó un viaje de Colima a Acapulco y por el mes de marzo cruzó por la zona de Zihuatanejo y en el diario que al efecto escribió, nos narra lo siguiente:
“Día 26.- En Los Nuevos en la casa de Yaques, juez de ahí ( Pueblo de los Nuevos Barrios de Tepeolulco, ese era el nombre que para ese entonces tenía el poblado que después pasó a llamarse La Unión. Este Yaques es un hombre original, llegó al sur como vagabundo y se mantuvo en las temporadas contando cuentos. Después, en virtud de algunas diabluras allegó un pequeño capital con el cual se la va pasando. Está casado con una mulata muy guapa y muy liviana, según el decir».
Día 27.- Salimos de Lagunilla y pasando por Pantla, Ixtapa, La Puerta de Ixtapa, Agua de Correa, llegamos al Coacoyul, hacienda de don Vicente Amaro en cuya casa fuimos cordialmente hospedados. Amaro es un viejo rico que vive debajo de las palmas como un patriarca bíblico. El buceo de perlas le ha dado mucho dinero. Tiene na hija ya de 20 años y bella, mucho más bella por su cuantiosa dote”.
“”Las sirvientas me recordaron a las criadas de los patriarcas de la Escritura. Una de ellas era una negra lindísima que llevaba en el cuello una soga de perlas y en las orejas grandes pendientes de oro”.
“Cerca de agua de Correa se aparta el camino para el puerto de Zihuatanejo, que está a tres cuartos de legua del camino. Los demás son tristes villorrios de pocas casas y pocos recursos”.
La vivencia antes narrada, inspiró a Altamirano a escribir su idilio “La Flor del Alba”, fechado en aquel año de 1864 y que es del siguiente texto:
Entonces, niña hechicera
de la choza en el umbral
Asoma, que la flor del alba
la gente ha dado en llamar.
El candor del cielo tiñe su
semblante virginal,
y la luz de la modestia
resplandece en su mirar.
alta, gallarda y apenas
15 abriles contará.
De azabache es su cabello,
sus labios bermejos, mas
que las flores del ganado,
La púrpura y el coral;
si sonríen, blancas perlas
menudas hacen brillar.
Por Rodrigo Campos Aburto
Cronista del Municipio de Zihuatanejo de Azueta, Guerrero 2015-2018
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