La industria cafetalera atraviesa una grave crisis debido al incremento del 70% en los futuros del café arábica desde noviembre, según revelaron comerciantes y tostadores durante la convención anual de la Asociación Nacional del Café de EE.UU. en Houston.
Este aumento histórico ha paralizado las compras a futuro, obligando a los actores del mercado a operar «al día», adquiriendo únicamente lo necesario para cubrir las necesidades inmediatas. Renan Chueiri, director general de ELCAFE C.A. en Ecuador, comentó que su empresa apenas ha vendido el 30% de su producción anual esperada, cuando normalmente para marzo ya habrían vendido el total.
La crisis tiene su origen en la reducción de la producción en regiones clave, especialmente en Brasil, principal productor mundial. Esta escasez ha generado un círculo vicioso: los tostadores intentan trasladar el aumento a los minoristas, quienes se resisten a aceptar los nuevos precios.
«No saben si podrán vender su producto a los nuevos precios. Algunas empresas están cayendo», advirtió el director de una importante empresa tostadora estadounidense, quien solicitó anonimato. Esta resistencia está provocando escasez en algunos puntos de venta que comienzan a quedarse sin café en sus estantes.
Los almacenes cercanos a puertos estadounidenses operan actualmente a la mitad de su capacidad habitual, llevando a algunas empresas de almacenamiento a devolver silos y cancelar contratos de arrendamiento anticipadamente.
Expertos como Michael Von Luehrte, de la corredora MVLcoffee, prevén una consolidación del mercado donde solo las empresas con mayor capital sobrevivirán. Sin embargo, según Louis Dreyfus, la superficie de cultivo está expandiéndose en países como India, Uganda, Etiopía y Brasil, lo que podría provocar un colapso en los precios si Brasil logra una gran cosecha próximamente.
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