Nacido en Petatlán Guerrero, de padre campesino y madre modista, en paz descansen, mi mamá Alejandra Maciel Otero, mi papá Cornelio Vázquez Bustos, los gustos por la música vienen de mi madre y mis tíos, simplemente mi mamá tocaba guitarra en las fiestas como hobbie, cantaba, le gustaba mucho Las Cuatro Milpas era su canción favorita.
Un tío y un primo-hermano Gilberto Maciel tocaban la guitarra y de ahí nació mi gusto por la música a la edad de 19 años, empecé en un grupo que se llamaba Los Tauros, éramos 4 elementos, apenas se conocían las guitarras eléctricas, fui de los pioneros en meter las guitarras eléctricas, en 1969.
Después estuve en otra agrupación llamada La Sonora Juvenil donde tocábamos música de ese tiempo, tropical, boleros, rock, etc. éramos versátiles y posteriormente se conformó otra agrupación nombrada La Sonora Modelo que comenzó de 1970 hasta 1980, viajamos mucho realizando diversas presentaciones en Guerrero, en Oaxaca, en Lázaro, en Michoacán y tuvimos grandes cantantes y ahí tocaba yo la guitarra. Tuvimos cantantes como Toño Vargas “El Perro” en paz descanse, Alfredo Bravo que se encuentra en el extranjero, un cantante excepcional, la única cantante que tuvimos como mujer fue Mirelva Bravo de Petatlán, una cantante muy excepcional, tuvimos otro cantante Apolinar Cortés, Felipe “El Tanque”, Manolo Galeana, o sea, traíamos muchos cantantes.
Mis padres me apoyaron siempre en lo que yo quisiera ser feliz y elegí ser músico.
No pues bueno, la vida y la música es bonita y hermosa, obviamente que es hermosa. Hay de todo, hay cosas tristes, también cosas desagradables. Por ejemplo: Cuando íbamos a tocar a una fiesta algún lugar lejano a veces, desgraciadamente alguna desgracia, que alguno iba y ultimaba a una persona ahí y ya la fiesta se hacía triste y la gente ya se iba. Había otras cosas bonitas y chuscas, una vez nos pasó que fuimos a un pueblo, estaban en una enramada tocando a los novios el vals, en los pueblos se ponían enramadas para la sombra, pues en el baile y estaban unos perros dando corrida y entraron donde estaban los novios, y pues estaban en celo y tiraron a los novios y pues las risiones de todos y es algo bonito que a uno nunca se le olvida, y seguimos tocando y los levantaron, los sacudieron como pudieron y a seguir bailando. Y también lo bonito cuando íbamos a las fiestas eran otros tiempos bonitos, la gente era más amable, había más respeto, muchas cosas bonitas que ya se han perdido, la vida era más simple y más sencilla, la esencia de la vida era más bonita, uno apreciaba más todo, apreciaba uno la amistad, donde quiera nos recibían como si fuéramos unos grandes personajes, las cocineras de las fiestas nos servían primero, éramos los primeros en comer, luego bailaban las calabacedas los novios y las cocineras con sus poches o con sus hoyas en la cabeza bailando y era un espectáculo bonito, a veces se ponían hasta las hoyas de los tamales y eran cosas chuscas, fiestas bonitas y simples que se hacían antes. Por lo regular siempre se hacían en el día, alternábamos con buenos grupos, hasta que aguantaran, era algo bonito y muy carismático, cada fiesta era diferente, cada lugar donde íbamos era una experiencia, porque estuvimos en muchos lugares.
Tocamos en muchas fiestas, tocábamos en las mejores fiestas de esos tiempos, en los mejores clubes, en las mejores fiestas de gala, alternábamos con los mejores grupos como Los Fredys, Los Socios del Ritmo y Los Cupandas de Michoacán.
En relación con los carnavales, nosotros veníamos de Petatlán, nos contrataba el Ayuntamiento, los carnavales se hacían hermosos donde las comparsas, la música bien vivo, esos bailes que se hacían fenomenales, la gente lo disfrutaba en grande, pero eran carnavales del pueblo, con la esencia del pueblo eran sin ningún interés de nada y no había interés de nada, solo con el afán de divertirse, de pasarla bien, eran días maravillosos que duraron por mucho tiempo. Ya después cambiaron los lineamientos de ciertas autoridades.
Nosotros tocábamos en la cancha de Zihuatanejo, ahí estaba el Ayuntamiento anteriormente. En ese tiempo también tocaba un grupo llamado “Los Vikingos”, grupo “La Ilusión”, eran los grupos más populares entre los 70 y 80. Todo era natural, las comparsas, los tambores de cuero, con fanfarrias y todo.
Ahora los carnavales ya no son como antes, yo pienso que el carnaval debe ser en vivo y los músicos tocando en vivo, no llevar sonidos ya simplificados, por ejemplo en los carnavales internacionales como en Brasil van todos los músicos tocando en vivo y aquí no, para mi eso desvirtúa las cosas.
Por lo regular el Ayuntamiento contrata grupos de fuera y no se contrata a los grupos de aquí, aquí hay muchos grupos como “Los Miranda”, “Macorpi”, “Los Bambis”, hay muchos de aquí con mucha calidad musical pero desgraciadamente traen música de otros lados y cara, pero pues ni modo son cosas de la organización.
Actualmente Don Pepe es un maestro del ámbito musical de Zihuatanejo y Petatlán, que sin haber ido a la escuela oficial de música ha hecho escuela en la escuela musical de la vida, ama a su esposa, a la cual le ha compuesto una hermosa canción, vive felizmente rodeado de sus hijos los cuales ya son profesionistas y le canta al pueblo y a su gente costeña en canciones de su autoría, como a Tamaku y al Ángel del Mar, no a cualquiera le dedica una canción, solo a gente especial y comenta con entusiasmo que si el volviera a nacer, volvería a ser músico y enfatiza que él es muy feliz en la música, teniendo varios discos en su haber. Tiene su tienda de instrumentos musicales en una de las calles más importantes de Zihuatanejo, antes de llegar al mercado de artesanías y llegar a la iglesia del pueblo, puedes encontrar a Don Pepe con guitarra en mano dando una lección de guitarra a un estudiante novato y entusiasta con la calma y sabiduría del que ha hecho camino al andar.
Por Julio Wong
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