¿Por qué nuestro cuerpo se empeña en almacenar grasa y en obstaculizar hasta donde le es posible la pérdida de la misma? Sencillo, desea protegerte.
Hubo un tiempo en que para los humanos no era una prioridad tener abdomen de lavadero, músculos perfectamente definidos y niveles de grasa corporal por abajo del 10%. En ése entonces, la prioridad era sobrevivir y sólo lo hacían quienes eran más fuertes, más resistentes y con la suficiente capacidad para almacenar energía. No había tanto alimento al alcance de la mano, literalmente había que luchar por él cuándo después de horas o días se le encontraba.
Dadas las difíciles circunstancias en que tenía que sobrevivir nuestra especie, nuestro cuerpo contaba con mecanismos que le ayudaban a la preservación del mismo y ¿sabes qué? ésos complejos mecanismos siguen funcionando hoy en día, aun cuando nuestros hábitos sean completamente distintos.
Ése antiguo y maravilloso sistema dentro de nosotros está conformado por varios subsistemas en los que las hormonas interactúan de forma precisa y compleja. Hablemos de solo una de ellas que nos ayudará a comprender por qué en el largo plazo las dietas demasiado estrictas no funcionan. Ésa importante hormona es: LA LEPTINA.
La explicación total de cómo funciona la leptina excede tanto a mi capacidad como al espacio del que dispongo, pero grosso modo te comento que ésta hormona es principalmente generada por el tejido adiposo (sí, la grasa que posees) con el propósito de informar al cerebro que tan altas están las reservas de energía del cuerpo. Si hay una buena cantidad de grasa almacenada, habrá una adecuada cantidad de leptina circulando con lo cual el cuerpo “entiende” que no hay nada de qué preocuparse, suprime el apetito pues hay suficiente energía ahorrada y por lo tanto puede gastar energía libremente. Por el contrario, si bajan las reservas, bajan los niveles de leptina y se encienden los focos de alerta, entonces el cerebro dispara la sensación de hambre y de una forma avara decide no soltar las reservas de energía o hacerlo de manera muuuuy lenta, después de todo, para tu cuerpo se trata de un asunto de sobrevivencia, de vida o muerte. Tu cuerpo no sabe que decidiste ponerte a dieta, para él es época de hambruna.
Dirás tú, ah, no hay problema pues como tengo suficiente grasa almacenada, de aquí que bajen mis niveles de leptina tengo suficiente tiempo para bajar de peso. Pues fíjate que NO. Cuando tienes sobrepeso o eres obeso, tu cuerpo genera resistencia a esta hormona (si igual como genera resistencia a la insulina cuando abusas de los azúcares simples) y digamos que tu cuerpo te “ve” normal a tu nivel de grasa actual y pasará poco tiempo antes de que prenda los focos de alerta y tu pérdida de grasa sea menor o incluso nula. Entonces, ¿qué podemos hacer para bajar nuestra grasa corporal de forma segura?
Ya lo hemos dicho, pero va de nuevo: 1) Consume grandes cantidades de alimentos densos en nutrientes y bajos en calorías (controlarás mejor el hambre y estarás mucho más sano al obtener diversos nutrientes); 2) Elimina las calorías inútiles de tu dieta (azúcar, refresco, galletas, pan, etc.); 3) Consume buenas porciones de proteína y moderadas de grasa saludables y 4) Una vez por semana come lo que más te guste, seguro será una combinación de carbohidratos simples y grasa (pizza, hamburguesa, papas o algo por el estilo)
¿Por qué es importante este punto número 4 al grado de hacerlo un hábito? Cuando estas en una dieta con alguna reducción de calorías, le toma a tu cuerpo más o menos una semana bajar sus niveles de leptina y por lo tanto, encender la alarma. Pero, la buena nueva es que le toma solo 24 horas regresar a su nivel normal cuando se estimula su producción por medio de la insulina. Si consumes por decirlo así unas dos rebanadas de pizza a la semana, subirá tu insulina, subirá tu leptina y será como resetear tu sistema para continuar la dieta y quema de grasa la semana próxima. Buena noticia ¿no?
Tu cuerpo es maravilloso, si deseas “mejorarlo” aprende sobre su funcionamiento y trabaja con él, no en su contra.
Por Daniel Monroy / Si deseas comentar o preguntar algo mi correo es monroy_salinas@hotmail.com Te comento que para administrar mi tiempo y energía solo leo este correo los sábados después de medio día. Digo, por si no te llega la respuesta de manera inmediata.
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