Fueron varias las embarcaciones que se han construido en Zihuatanejo, unas las usaban para la pesca del tiburón y otras para llevar turistas a pescar y para trasladar personas a la playa de Las Gatas y a la Isla. Algunas se hicieron más populares que otras.
Estamos hablando de principios de 1940. Don Goyo García construyó una que se llamaba “Petatlán”, tenía la particularidad de ser muy “celosa”, es decir, era inestable; al poco tiempo tras un percance, tuvieron que vararla.
Cuenta la historia que una de las primeras fue La Saeta, canoa grande hecha de tronco de parota, con motor de centro, era propiedad de Don Alfonso Palacios y se usaba para la pesca del tiburón.
Hubo otras lanchas –o canoas– propiedad de doña Carmen Palacios Velarde, como La Esperanza, La Ondina, y La Josefina, que se usaban para descargar y cargar al María Martha y al Oviedo, barcos que navegaban transportando carga y pasajeros, regularmente entre Acapulco y Zihuatanejo.
Una de las más populares, fue la Mary Chary, creo que su dueño era Don Vicente Ávila; Don Alberto (Beto) Ávila, y Chencho “el Chaparro”, contaban algunas historias de esa lancha.
La Elba, siempre fondeada frente al amate del Hotel Belmar, era propiedad de Don Alberto Castro, que después se la vendió a Alfonso Lara y le puso María Elena, otra lancha, fue la María Guadalupe, propiedad de Don Pablo Reséndiz, su patrón fue Francisco (“Panchón”) Martínez.
Para 1946, el Alemán Juan Wenber, que por aquel tiempo radicaba en Zihuatanejo, contrató en Acapulco a Don Baldo, que era carpintero de rivera, es decir, carpintero que sabía construir embarcaciones y, usando madera de cedro y teniendo como ayudantes a Pio Lara y al “Bacalao” Germán Lara, fabricaron primero La Cruz del Sur y poco tiempo después, El Orión, dos embarcaciones que podríamos decir, que nunca navegaron, siempre estuvieron fondeadas hasta deteriorarse. Ocasionalmente navegaban hasta la Isla de Ixtapa, en el tiempo que su capitán Don Domingo Vargas subía a bordo y se ponía al timón; su marinero y encargado de la maquina, era don José Lobato.
Recordamos también que en aquel año de 1946, llega McDonnell, procedente de Manzanillo, a la pesca de tiburón y una de las lanchas –de la flota– era La Álida, cuyo patrón era Don Eduardo Rodríguez (“El Carrete”).
En el año de 1951, llega a radicar a Zihuatanejo Don Arent Von Rigen, persona de origen alemán, casado con Doña Prisca Nogueda, nativa de Agua de Correa, habían comprado la casa de la familia Green Palacios, frente a la playa y ya instalado, Don Arent (así le decíamos) trae a Zihuatanejo las primeras lanchas de fibra de vidrio y con motor fuera de borda; una era La Meteoro y la otra era La Iduna, se rentaban para esquiar y para la pesca chica. Al poco tiempo, Don Arent compra en Acapulco una lancha más grande; recordamos que toda estaba pintada de color verde y así le puso: La Verde. Llega navegando desde Acapulco en su lancha El Manatí don Fernando Jiménez “Puntarena”; posteriormente, Don Baldo, que eran vecinos en la calle de La Noria, le construye una lancha más grande a la cual bautizó como Caminante.
Hay que destacar que hubo una embarcación que consideramos que fue la primera que marcó el rumbo como lancha pescadora que salía con turistas a la captura del pez vela o marlín, eran los años 50’s. Sin temor a equivocarnos, podemos decir que tal actividad la inicio Goyo “El Garrobo” y su hijo Raúl (“el Garrobín”) en su primera lancha, con casco de madera, construida por Don Baldo y con motor marino marca Grey, llamada la R3Marias I , recordamos —como si fuera ayer–, que Goyo empezó a construir su lancha en la calle Vicente Guerrero, frente a la casa que fue del señor Ramón Hernández y, si nos apuramos un poco y analizamos las cosas con calma, llegaríamos a la conclusión de que ellos fueron también los primeros que usaron el pez Barrilete (Black Tuna) para hacer las ricas y muy sabrosas tiritas que, como una cortesía, el patrón les ofrecía a sus pasajeros.
Al poco tiempo, compraron otra lancha de fibra y le pusieron la R3Marias II. Goyo “El Garrobo” se quedó como patrón de la R3Marias I y Raúl, “el Garrobín”, pasó a ser el patrón de la R3Marias II.
En los años siguientes, –nacía Ixtapa– se echaron al mar otras embarcaciones, todas ellas muy bonitas y de fibra de vidrio, que se dedicaron a lo mismo: la pesca de los llamados picudos, pero sin duda la R3Marias I, Goyo “el Garrobo”, y Raúl “el Garrobín”, (padre e hijo) fueron los primeros que iniciaron esa actividad.
En el año de 1953, Don Carlos Barnard, dueño del Hotel El Mirador en Acapulco, compra casa en Zihuatanejo y comparte su tiempo entre aquel puerto y Zihuatanejo; al poco tiempo se traslada de manera definitiva a este puerto. Su yate El Cayuco, que era una embarcación podríamos decir de lujo, algo así como de 40 pies (12.60 m) de eslora diseñado especialmente para disfrutar de la navegación de placer; era impulsada por dos motores marinos diesel. Navegó poco, creo que –para el norte– alcanzó a llegar hasta Puerto Vallarta y Matanchen, Nay. La tripulación la integraba el capitán Don Oliverio Maciel, encargado de las maquinas estaba Don Román Lobato y la plaza de marinero la cubría Don Olegario Maciel. Siempre lo fondeaban frente a las Escalerillas. El 7 de Septiembre de 1960, El Cayuco naufraga cuando hacía un viaje de carácter oficial; trasportaba a un contingente de soldados hacia la Isla de Ixtapa. Generalmente en Septiembre es temporada de fuertes marejadas y un golpe de mar lo hundió cuando navegaba entre la Isla de Apie y la Isla de Ixtapa, afortunadamente no hubo pérdida de vidas.
Otro hecho notables que tuvo lugar en la Bahía fue cuando la lancha rápida “Tuna” que esquiaba y, de manera accidental, le pasó por encima a un muchacho de nombre Andrés Deco Amaro, que buceaba almeja chocolate frente al Capricho del Rey; las heridas que le causó la propela le provocaron la muerte, era el año de 1976. Otro evento (1991) que tuvo lugar en la Bahía (también frente al Capricho del Rey) que vale la pena recordar, es el hundimiento del barco “Fandango” de 120 pies (36 m) de eslora y casco de madera, propiedad de la Cooperativa Azueta. –Creo que por ahí deben estar sus restos; nunca hubo rescate.–
Las primeras embarcaciones, (1955) eran pangas casi todas hechas de madera, pero ya usaban motor fuera de borda Johnson o Evinrude, que trasladaban turistas a la playa de Las Gatas y ocasionalmente a la Isla; fueron La Marina de Mundo Olascoaga, La Rosy, de Ángel Pineda, La Martha de Silviano Lara, La Mascota de Luis Olascoaga, La Bertha de Germán (“Bacalao”) Lara, La Andrómeda de Carmelo García, La Pichón de Chico Lara, La Bacalao I, y Bacalao II, Milagrosa, con motor Gale, de Pio Lara, Halcón de Silvino Maciel, La Diana de Mingo Martínez, La Kika de José Ángel Galeana, y de manera especial, recordamos a la lancha El Brujo de don Albino Alfaro, excelente quiropráctico (médico huesero) que atendió de manera gratuita a muchas personas de Zihuatanejo. Después vinieron otras lanchas grandes como: el Pájaro Madrugador, Doña Mago I, Doña Mago II, la Polaris, Fortuna, Albacora, Don Segundo, Primavera, Charito, Vagabundo, Maria Luisa, Rosa Náutica, Esmeralda, Maralisa, El Rey, La Pichilingue, entre otras.
Hoy se usa más el motor japonés Yamaha, que ahora cuenta con encendido eléctrico (ya no hay que jalarle y jalarle). Actualmente las lanchas tipo cayuco, que se dedican a la pesca y a transportar turistas, llegan aproximadamente a la cantidad de 1200 embarcaciones, por eso –siempre lo hemos dicho– consideramos urgente que se concluya la Marina de Las Salinas y que ésta sea para uso público.
¡¡Así las cosas!! (ahu in ye yuhqui)
Por Sige Amaro Juárez
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