La diversidad creativa de Andrés Jaimes
Por Juan Carlos Castellanos C.
No sólo pinta y escribe poesía, también hace música. Y es un referente cultural en Tierra Caliente. Acaba de editarse un libro que muestra sus cualidades artísticas.
México, 14 Ago.- Con 70 años de edad apenas cumplidos y más de medio siglo dedicado a la pintura, a la poesía y a la música, así como a la educación artística de niños y adolescentes y a la promoción cultural, Andrés Jaimes Sánchez (Tlapehuala, Guerrero, 24 de julio de 1949) dice que para realizar su labor “a veces hay modo, y a veces no”.
«Uno trae el gusto por el arte y la cultura desde pequeño. Lo malo es que no siempre hay condiciones para dedicarse de tiempo completo, como en mi caso, a la poesía, a la pintura y a la música. El arte siempre es difícil de ejercer cuando no hay las condiciones económicas, por eso voy intercalando ese gusto con otros trabajitos, cuando salen, que nada tienen que ver con las bellas artes» dice en entrevista con Notimex.
Una de sus más recientes obras encierra las diversas vertientes de su arte. Se trata del libro Los murmullos, la luz y sus reflejos, que reúne una selección de alrededor de 50 pinturas de su autoría, parte de su granada poética y dos discos compactos con canciones cuya letra, música e interpretación son de él mismo: el primero se intitula Tlapehualita y el segundo Río de las Balsas. Cada uno contiene 25 canciones.
«Fue publicado por Agua Escondida Ediciones con los apoyos del Centro Cultural Las Zirandas y el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México. Es una parte mínima de lo que he hecho a lo largo de mi vida» dice con un dejó de añoranza. La iniciativa de esta edición es del investigador Gregorio Martínez Moctezuma, encargado de la selección de la obra plástica y quien escribiera los textos introductorios. Mi trabajo se reúne por vez primera en un volumen de hechura independiente…
Señala, sin embargo, que la pintura es lo que más le gusta. Y deja ver que la mayor inspiración que tiene para crear cada una de sus obras es el paisaje de su región y la gente que la habita. La comunidad a la que pertenece le apasiona y le da mucha vitalidad para realizar su trabajo. Jura que el puro hecho de observar su entorno le motiva.
Las cosas más sencillas
Andrés Jaimes dibuja desde que estudiaba la primaria en su natal Tlapehuala. Recuerda que un día, estando en la secundaria, que terminó en la Ciudad de México, reflexionó sobre lo que haría en su futuro. Profesores, familiares y amigos le hicieron ver que a esa edad resulta muy importante tomar una decisión respecto a lo que se ha de hacer en la vida adulta:
«Cuando tuve uso de conciencia, más o menos a la edad, en efecto, en que uno estudia la secundaria, trabajaba yo en un supermercado. Para ir y venir de mi casa al trabajo y viceversa pasaba por la Zona Rosa, llamándome la atención las galerías, que me animaran a entrar a varias de ellas para ver algunas exposiciones. Entonces fue que decidí dedicarme a la pintura y al arte en general».
Con el paso del tiempo, y de vuelta al terruño, comenzó a pintar:
«La vida cotidiana en mi región, sus paisajes, las costumbres, sus tradiciones, y todo lo que hace vivir y gozar a mi pueblo es el tema recurrente en mis poemas y en mis pinturas, lo mismo que en las canciones que escribo, canto y toco con mi guitarra» añade con tono de quien está orgulloso de lo que hace.
¿Cuál diría usted que es el motor que lo impulsa a hacer todo lo que hace?
«El amor a la vida. Cuando uno es joven trata de encontrarse a sí mismo, de hallar una razón a la existencia, una explicación a las cosas que pasan. De joven viví cosas tristes, que me angustiaban y hacían llorar. Decidí que eso no tenía que ser lo que marcara mi vida venidera. Descubrí entonces que en el mundo no tiene sentido proyectar a los demás nuestras tristezas personales, ni cosas negativas. Si uno tiene el deseo de dar algo a los demás no debe ser algo desagradable. Al contrario: cosas positivas como el amor a la vida, la esperanza, el deseo de vivir. En fin, todo lo bueno que ofrece el lugar donde cada quien nació, donde por cierto se encuentran las cosas más hermosas que siempre resultan ser las más sencillas»…
Cultura en Tierra Caliente
A pesar de su amplísima producción pictórica, poética y musical, Andrés Jaimes Sánchez considera que, hasta hoy, la promoción cultural es la tarea que más tiempo le ha demandado. Además, lo hace de manera gratuita pues nunca ha cobrado un centavo por sus contribuciones a la enseñanza, labor que ha realizado a través de sus clases de artes plásticas y la instalación de un museo-galería que sostiene en Tlapehuala al cual todos tienen acceso sin ningún costo para observar lo mismo sus pinturas que su pequeña colección de piezas arqueológicas que él y algunos amigos han reunido con el paso de las décadas.
«Durante más de 50 años he tenido una intensa actividad cultural en Tierra Caliente, entre Guerrero y Michoacán, porque antes no había nada de eso» puntualiza el artista. «Pero del año 2000 a la fecha nos reunimos una gran cantidad de promotores en proyectos relacionados con la pintura, la música, la literatura y la crónica e historia de los pueblos. Mi pintura se entrelaza con esas actividades de tal forma que ya trabajamos en equipo. La culminación de todo este trabajo es el libro y la galería que he montado. El primero ya está ahí, como un documento histórico y de consulta, de referencia sobre la vida de mi pueblo; el segundo, espero sea la semilla de un gran proyecto que ya harán crecer y madurar las generaciones que vienen detrás de mí«…
Vía Notimex
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