Autenticidad, prestigio, calidad humana, alta autoestima e integración social son los pilares que sostienen a una personalidad que deja huellas al pasar el tiempo.
Se habla continuamente del éxito de ella. Actualmente la mujer se involucra en todas las áreas profesionales y sociales. Artistas, modelos, políticas y profesionales de todo rango, caminan en la plataforma del éxito. Se habla de lo positivo en ellas.
Se olvidan, muchas ocasiones de lo que hace daño para su realización integral.
También hay casos de que existe un comportamiento que rebaja fuertemente los esfuerzos de la mujer que alcanza metas.
Son muchas mujeres que padecen de esta conducta.
Aquellas que elevan el tono de voz y exigen sin medida sus derechos.
El equilibrio de una mujer que cautiva que sostiene en la balanza de su conducta. No se debe exigir, se debe persuadir, no debe ponerse a la altura de las circunstancias por negativas que sean, se debe estar por encima de ellas.
Esto refiere, que la justicia viene, cuando una mujer inteligente, sin perder cordura se pone en alto concepto con una actitud segura, sin rebajar su calidad, por difícil que sea la situación. Existen habilidades que no se deben perder nunca. Y estas habilidades se consiguen con una disciplina de equilibrio emocional y espiritual.
Psicólogos, terapeutas, talleres de crecimiento humano, como ejercicios para el campo mental, están a la orden del día.
Sí al arreglo físico, positivo arreglarse el cuerpo con cirugías plásticas de ser necesarias, bienvenida la moda, etc. Modernas en el sistema de vida, pero internamente preparadas para no perder la esencia de la mujer con clase. Y no existe mayor clase que el refinamiento de ella en su conducta.
Dejar atrás, las risas o carcajadas a todo volumen, la voz aguda que irrita, el tono vulgar para hablar con modismos corrientes, excederse en desenfreno por bailar, beber, fumar, etc.
Una mujer impregnada de la modernidad es vigente cuando no deja de ser femenina.
El porte interno va de la mano junto con esa mujer vanguardista que no pasa por encima el valor de ser mujer del siglo 21.
Por Locutor: Susy Mendoza Urioso Facebook: Susy Mendoza
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