Por: David Obscura
Las palabras transformación, sin precedentes e histórico, están de moda; pero pocos las han aplicado en la realidad; en Zihuatanejo, un Presidente lo hizo al dar importancia al arte y la cultura.
Armando Federico González Rodríguez, (1947-2023) era arquitecto y pintor, sin embargo principalmente se destacó en la política pues logró ser Presidente municipal de Zihuatanejo en dos ocasiones (1978-1980 y 1993-1996) en las que se destacó por incentivar el ramo turístico y el arte.
Llegó a este puerto procedente de la ciudad de México cuando ya era profesionista, aun tenía cabello y era muy delgado, sin embargo en poco tiempo llegó la calvicie y aumentó mucho de peso; aunque debemos remarcar que su principal característica fue su don de gentes, siempre jovial con su peculiar saludo: “amigos, amigas”.
No les hablaré de su carrera política, aunque fue amplia, ya que al ser un hombre culto no dejó de lado el arte y fue en ese rubro donde provocó un cambio en Zihuatanejo: como nunca, hubo exposiciones de pintura, escultura y fotografía de artistas locales y foráneos.
Mandó realizar las esculturas de cantera con un artista de renombre las cuales fueron instaladas en una calle conocida como Paseo de los Héroes pero ahora se encuentran en la plaza del mismo nombre, en la esquina opuesta de la biblioteca, ahí se puede ver a Benito Juárez, Josefa Ortiz de Domínguez, Emiliano Zapata, Venustiano Carranza y Cuauhtémoc, entre otros destacados personajes de la historia esculpidos de manera magistral.
Desgraciadamente algunos funcionarios municipales ignorantes, decidieron pintarlas supuestamente porque les daban mantenimiento, a pesar de que no se necesita mucha cultura para saber que la cantera no se pinta, pero esto es tema de otro artículo.
En esa misma plaza por su iniciativa, el pintor Tomás Otero realizó el mural de la historia de México, en un muro que tiene un escenario o plataforma para que se presenten obras de teatro. En esa misma época Otero, pintó el Vicente Guerrero, que se encuentra en la sala de cabildo.
La Casa de la Cultura, que estaba en el Centro Social, tuvo el mayor auge ya que hubo profesores de renombre en diversas materias como escultura en barro y arena, así como pintura, que formaron a los artistas que ahora destacan y han puesto en alto el nombre de Zihuatanejo, algunos de los que ahí estudiaron son Crescencio Oregón, Alfredo Tapia, entre otros.
Un histórico evento fue la inauguración de la plaza Kioto e iniciativa de hermanamiento con Japón; posiblemente fundó la biblioteca “Cuauhtemoc”, pero no pude confirmar este dato, lo que sí pude comprobar es que trajo un grupo de jóvenes pintores de origen latino desde la ciudad de Chicago, quienes realizaron el mural de la biblioteca que durante algún tiempo fue defendido por ciudadanos ya que el gobierno pretendía destruirlo y luego de algunos años finalmente fue borrado en lugar de buscar su restauración.
Armando Federico, fue miembro del primer grupo de artistas de Zihuatanejo denominado “Playa del Arte”, que realizó exposiciones en Plaza del Artista, Casa de la Cultura, galerías y otros lugares; entre sus integrantes estaban: Hugo Ayvar, Miguel Ángel Jaimes, Martha Maissa, Abdon Urbina, Jorge Pirani, Alejandro Honda, Misael H. Landa, Norma León, Alfredo Tapia, David Obscura y Crescencio Oregón, Anibal Galeana, entre otros.
En su segundo periodo, el mandatario, retomó el proyecto cultural y adquirió la pieza escultórica “El Cenit”, que ahora se encuentra en el camellón frente a las oficinas del Fideicomiso Bahía de Zihuatanejo (FIBAZI) y que también tiene su historia que les daré a conocer por supuesto.
Por si fuera poco mandó realizar las esculturas denominadas “Las Siete Regiones”, con el escultor Crescencio Oregón, las cuales son jóvenes mujeres con atuendos típicos de Guerrero; fueron colocadas de inicio en el parque del mismo nombre y posteriormente removidas cuando el espacio fue convertido en parque extremo y distribuidas en varios puntos del Centro y finalmente aprovechadas en la remodelación del andador “Paseo del Pescador”.
Algunas otras esculturas fueron creadas e instaladas en la ciudad durante sus periodos, así como jardineras en algunas calles para garantizar el paso peatonal, además el pueblo pudo disfrutar de artistas de importancia nacional e internacional en los domingos culturales en la cancha municipal.
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