El tráfico de huevos de tortuga marina es uno de los principales culpables de que esta especie se encuentre en peligro de extinción. Esto podría cambiar con una nueva estrategia que están implementado activistas en conjunto con científicos: huevos de tortuga falsos con un rastreador GPS que ayudan a capturar a los traficantes.
Estos huevos impresos en 3D han sido bautizados como InvestEGGator y son parte de un proyecto coordinado desde la Universidad de Kent en el Reino Unido. Los resultados han sido publicados en la revista Current Biology.
En el estudio, los creadores de estos huevos de tortuga falsos compartieron que su invento ha sido eficaz para capturar traficantes en Costa Rica y que, además, ha resultado ser inofensivo para los huevos de tortuga reales con los que se les mezcló.
“Demostramos que era posible rastrear los huevos extraídos ilegalmente desde la playa hasta el consumidor final, como lo muestra nuestro rastreo más largo, que identificó toda la cadena comercial que cubre 137 kilómetros”, se lee en el estudio.
Con un cascarón hecho en una impresora 3D, los huevos eran fácilmente confundibles con los huevos reales. La única diferencia era el rastreador GPS debajo de la cáscara impresa. Según los propios creadores del InvestEGGator, la idea detrás de este dispositivo nació gracias a serie como Breaking Bad y The Wire, donde las autoridades usan rastreadores GPS para localizar y capturar criminales.
La situación actual para las tortugas marinas no podría ser más grave: a decir del mismo estudio, en algunas playas de Centroamérica solo el 10% de los huevos alcanza a eclosionar. El 90% restante es traficado ilegalmente para su consumo humano.
Según los autores, el tráfico mundial de especies silvestres asciende a más de 26 mil millones de dólares anuales. Ante cifras de semejante magnitud, iniciativas como InvestEGGator pueden ser una ayuda fundamental para las autoridades encargadas de perseguir estos delitos contra el medio ambiente.
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