Soy orgullosamente originaria de Ixtapa-Zihuatanejo y no podría ser más feliz cada vez que estoy ahí. Al querer a mi puerto, me preocupa la situación por la que está pasando debido a los distintos eventos violentos que vive el país y que, desafortunadamente, repercuten en la economía local.
No hace muchos años, Zihuatanejo de Azueta era un pueblo de pescadores, pero a través de los años eso ha cambiado y ahora es un destino turístico destacado en el país, pero no se ha alcanzado el potencial que nuestro puerto tiene.
Entonces, ¿qué es lo que nos falta?
Ixtapa-Zihuatanejo necesita proyectos atractivos para los inversionistas quienes podrían fomentar el desarrollo turístico. No se trata de compararnos con otros puertos importantes del país, ya que cada uno es diferente en cuanto a tamaño, infraestructura, capacidad, etc. Simplemente mejorar lo que ya tenemos sin perder ese toque hogareño, el cual es característico de nuestro Zihua.
Es increíble que ya no lleguen tantos cruceros como antes, eso indica que hay un problema en el muelle principal que necesita inmediata solución. Los Zihuatanejenses viven del turismo. Antes eran muy marcadas las temporadas alta y baja, pero ya no es así. Es increíble que a las 9 de la noche, las calles principales se encuentren muertas.
Hay tantos lugares desaprovechados tanto en Ixtapa como en Zihuatanejo, como los terrenos baldíos en Ixtapa o Las Salinas.
También es increíble ver la cantidad de basura en las calles, y en las playas, y no se hable de los olores que hay en el centro por las noches, ¿dónde queda el sistema de limpieza municipal?
Todo esto afecta al incremento del turismo.
Necesitamos renovar la imagen de Ixtapa-Zihuatanejo. Y esto no es solo tarea del gobierno, sino de todos los ciudadanos que, como yo, estamos preocupados por nuestro pueblo.
Esto no se trata de política, sino de mejorar el lugar en donde vivimos. Del futuro de nuestras familias, las cuales se han visto afectadas por la falta de turismo y que repercute en la situación económica de todos.
No es sorpresa que Ixtapa-Zihuatanejo tiene algo que hace que nos enamoremos de éste. No es una ciudad futurista llena de lujos, pero sí un tranquilo lugar al cual puedes ir para relajarte y olvidarte de todo. Hay que conservar esa tranquilidad. Acabemos con la mala fama que nos ha acarreado la violencia que se vive en el estado y en los lugares aledaños. Es cierto que no es una mentira y que simplemente podemos tapar el sol con un dedo, pero tampoco es cierto lo que publican en medios amarillistas y hacen que la población tanto nacional como extranjera se alarme y piensen que es imposible venir a vacacionar.
El gobierno tiene que idear planes de acción para mejorar la infraestructura del puerto, garantizar la seguridad de los locales y turistas, mejorar la imagen de las playas, ya que tenemos el privilegio de contar con playas hermosas como Playa Las Gatas, Playa Linda, Playa La Ropa, Playa Quieta, las playas de La Isla, entre otras, que están llenas de historia y que, la gente que tiene comercios o restaurantes allí, tratan con calidez a los visitantes.
Deben estructurarse proyectos con inversiones viables y sustentables. El turismo de aventura, ecológico e histórico serían una excelente fuente de ingresos, que con una inversión mínima es posible, y en cuanto a los muelles, es urgente que los remodelen pues son la sustentabilid del pueblo.
Es necesaria la creación de eventos que promuevan la cultura, que atraigan tanto a la gente local como extranjeros, quienes aportan gran parte de los ingresos que sostienen la economía de Ixtapa-Zihuatanejo.
Además, es tarea de todos dejar de generar tanta basura que daña la imagen urbana. Promovamos un Ixtapa-Zihuatanejo limpio y listo para recibir a todos los que quieran disfrutar de este mágico lugar. Es momento de empezar una campaña contra la basura, en la cual se difunda información, se coloquen letreros, botes, y se impongan multas o se apliquen castigos de trabajo comunitario a quien tire basura en lugares indebidos, que todos sepamos lo que estamos haciendo. La campaña se llama “La Basura no camina”.
Gracias a las redes sociales, ahora es más fácil que nunca demostrar cuánto amamos a nuestro pueblo y que estamos dispuesto a cuidar y mejorar por el bien de todos.
Por cada cien problemas, podemos pensar en 101 soluciones. Solo hacen falta ganas, apoyo, organización y ejecución.
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