Por Ranferi Rosas López
Zihuatanejo, Gro.- En el inicio de la segunda mitad del Siglo XX (1951), durante el mandato del entonces Presidente de la República, Miguel Alemán Valdéz, se instituyó en nuestro país el Día de la Libertad de Expresión, a propuesta de un grupo de editores de periódicos que en aquel tiempo circulaban en el Distrito Federal, principalmente, quienes también lograron que se estableciera como fecha para dicha conmemoración, el 7 de junio.
Se están cumpliendo este 7 de junio de 2024 los primeros 73 años de haberse instaurado un derecho humano consagrado en los Artículos 6 y 7 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y en el Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aunque esto, lamentablemente, no ha sido suficiente para que “la libertad de buscar, recibir y difundir ideas, opiniones e informaciones, por cualquier medio y con personas de cualquier otro país”, se ejerza plenamente a lo largo y ancho del territorio nacional.
Coincido con la conocedora de este tema, Paula María García-Vilchis Sánchez-Cordero, en el sentido de que “sus márgenes inferiores y superiores (de la libertad de expresión) entre los que oscila, se han engrosado y adelgazado constantemente, en función algunas veces las demandas sociales“.
De lo anterior se desprende que para el ejercicio de la libertad de expresión nunca ha habido “piso parejo”, toda vez que mientras en algunos casos el uso de ese derecho constitucional se ha dado en términos de normalidad, en muchos otros las restricciones a violaciones flagrantes han sido el común denominador.
También se considera justificado que en nuestra Carta Magna, al promulgarse el Derecho a la Libertad de Expresión, se hayan establecido como fronteras el respeto a la vida privada – a la intimidad de las personas-, al honor, a la honra, a la moral y a la paz pública, o a la seguridad nacional.
El disfrute de derechos o concesiones nunca estará exento del cumplimiento de las obligaciones respectivas.
Este 7 de junio de 2024, seguramente se volverán a escuchar afirmaciones en el sentido de que en la fecha no hay nada que festejar, porque desde hace tiempo la libertad de expresión se encuentre limitada en un preocupante porcentaje, a pesar de los esfuerzos que organizaciones internacionales han desplegado en defensa de dicho derecho humano, entre ellas la Sociedad Interamericana de Prensa, Reporteros sin Frontera y Artículo 19.
Sin abundar en el tema que hoy nos ocupa y a fuerza de ser optimistas, habría que mantener la esperanza de que la libertad de expresión pueda mejorar la situación en que ahora se encuentra, que con la ayuda de todas fuerzas posibles salga del callejón de vulnerabilidad en que se encuentra.
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