Hace ya casi 30 años, los días 6 y 7 de Agosto de 1986, se llevó a cabo en un hotel de Ixtapa la reunión del grupo político de los 6, o del G6. Fueron 6 jefes de gobierno entre presidentes y primeros ministros, quienes se reunieron en nuestro país con la noble finalidad de abogar por la paz, la justicia, y la no proliferación de armas químicas y nucleares en el mundo.
El grupo estaba integrado por el anfitrión Miguel de la Madrid Hurtado, presidente mexicano, Doctor Raúl Alfonsín, presidente de Argentina, Rajiv Gandi, de la India, Andreas Papandreu, de Grecia, Julius Nyerere, de Tanzania, y el sueco Ingvar Carlsson, que acudió a la reunión, del grupo de los seis, como nuevo ministro de Suecia, toda vez que Olof Palme, quien había sido el ministro anterior y quien fuera el principal impulsor del grupo, había sido asesinado en el mes de febrero del mismo año.
Para dejar un testimonio físico de aquella reunión, que tan buenos propósitos tenia, y rendir homenaje a Olof Palme, el FIBAZI se abocó a la construcción de la plaza.
Dicha plaza está ubicada, entre el museo de la costa grande y el canal del arroyo de Agua de Correa frente a la playa principal.
Se sembraron 6 palmeras, y se colocó una enorme roca de basalto de aproximadamente 10 toneladas de peso. Todo el conjunto simboliza desde luego a los 6 participantes, y la gran roca, hace alusión a la fortaleza, al vigor y la solidez de las ideas que proclama el grupo y cuyo líder indiscutible, era el señor Palme.
Fue Olof Palme, un político excepcional: se pronunció contra la guerra de Vietnam, de la injusta política de segregación que se practicaba en Sudáfrica, de todas las dictaduras de América, del golpe de estado organizado en Chile por el diabólico Kissinger, dio asilo en Suecia a muchos chilenos, perseguidos por Pinochet; fue amigo de Fidel Castro, estuvo siempre de parte de Palestina; toda la corriente política genéricamente llamada de derecha lo odiaba, aun en su propio país. De inmediato, lo tildaron de prosoviético. Esta forma de pensar convirtió a Sven Olof Joachin Palme, en blanco idóneo de las intrigas maquiavélicas del nefasto Kissinger, y en un asunto urgente por resolver por la inteligencia gringa llamada la CIA, fue asesinado el 28 de febrero de 1986. Dice el dicho mexicano, que “muerto el perro, se acabó la rabia”.
Establecido lo anterior, consideramos muy importante comentar una situación incómoda y curiosa que se presentó durante la cena de gala que el presidente De la Madrid ofreció a sus colegas la noche del 6 de agosto de 1986. Con el fin de que pasaran un rato de esparcimiento, se presentó ante ellos la cantante mexicana Rocío Banquells, que en esos días estaba de moda con sus canciones. La señorita Rocío pensando quedar bien, entre otras canciones, cantó especialmente para el Dr. Alfonsín, la canción titulada “No llores por mí Argentina”. No hacía mucho tiempo que Inglaterra había derrotado a Argentina en la guerra de las Malvinas, y el grandísimo error, fue que la canción “No llores por mí Argentina”, es de autor inglés; es decir, es una canción inglesa. El Dr. Alfonsín en el momento que empezó la canción simplemente se levantó de su asiento y abandonó el lugar. ¡Creo que se encabronó!
Quisimos tocar este tema de la plaza, y hacer una semblanza somera del señor Palme, porque el ayuntamiento lamentablemente en lugar de rehabilitarla, de hacerla más bonita, más limpia y elegante, y con el pretexto de remodelar, construyeron unos tejabanes que invaden su espacio, y la devalúan como plaza. La placa alusiva, ya desapareció.
¡ASI LAS COSAS! (au in ye yuqui)
Por Sige Amaro Juárez
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